SHANGRI-LA

Buenos días, buenas tardes, buenas noches amantes de los libros.

Hoy abordaremos un libro dedicado al elixir de la eterna juventud, a aquello que Sánchez Dragó considera le ha ayudado a llegar con plena salud y vitalidad a los 80 años. Lejos de lo que pueda parecer, no se trata de un libro de autoayuda, sino de las vivencias y reflexiones de este hombre.

Título: Shangri - La

Autor: Fernando Sánchez Dragó

Páginas: 375

Editorial: Planeta

En este extraordinario libro, que tal vez podríamos clasificar en cierta medida de autobiográfico, el autor nos habla de su relación con la salud, la cual para él es sinónimo de juventud. Habla Sánchez Dragó de elementos, además de consejos, que pueden ayudar al lector para cuando llegue a una edad avanzada contar con la mejor salud posible. Además me gustaría aclarar que muchos creen diferentes cosas de este autor, entre ellas que es vegetariano, sin embargo no lo es. Si considera que la carne roja daña la salud, sin embargo, de vez en cuando forma parte de su dieta. 

En este libro se dan varias recomendaciones, que a pesar de tener medio siglo menos que el autor, concuerdo totalmente, ya que he podido experimentar sus desventajas o beneficios. Por ejemplo no recomienda tomar zumo de naranja al desayunar debido a la acidez que supone para un estómago recién levantado, o no consumir lácteos y utilizar como alternativa a la leche de vaca, bebida de arroz, almendras u horchata. Por otra parte, un gran consejo es dado a las mujeres, que estas no interrumpan la lactancia de sus hijos, ya que con ello tendrán un sólido sistema inmune, y una salud mucho más óptima. 

Otra sugerencia es no jubilarse nunca, y afirma trabajar 70 horas a la semana. Para él, jubilarse es vagar por la vida como un zombie, y si te apuntas a las aventuras del Imserso, estás perdido. Del mismo modo, nos da el consejo, muy buen consejo por cierto, de que aquel que aspire a irse de este mundo siendo muy viejo, debe aprender a reírse de todo, sin sentido del humor, no hay salud ni longevidad. Aunque por otra parte, siempre se muere joven, al igual que lo hizo Stevenson. 

Muy bonito, y a la vez turbio, es cuando nos habla sobre el hecho de escribir. Concuerdo bastante en emplear esta técnica como un medio de autosanación, contra la neurosis o las tendencias depresivas. Según el autor, Jodorowsky sostiene que la literatura y el arte están enfermos en nuestros días, y de igual modo se dirigen a una sociedad también enferma. Se retroalimentan. Añadir también, que con el tiempo podemos perder muchas cosas, pero nunca las ganas de vivir, de pensar, de inventar... o al menos no debemos hacerlo para mantenernos jóvenes.

Por cierto, confiesa que todos poseemos algún pecado capital. Y sobre su elixir, es complejo definirlo, ya que entra dentro de esta fórmula un conjunto de consejos alimentarios y un estilo de vida, donde por ejemplo están presentes los gatos como pieza clave. En cuanto a los elementos que ingiere a diario están algunos como: diferentes vitaminas, melatonina u omega 3. Empezó hace media vida tomando ginseng, y por el camino fue enriqueciendo su "elixir para la salud". 

Amigo lector, si quieres saber más, te aconsejo leas este libro que no tiene desperdicio. Es una auténtica delicia la cultura que porta este hombre y las comparativas, junto a reflexiones, fragmentos, o demás aportaciones que va haciendo a lo largo de esta obra. 

NIVEL LECTOR

Es un libro que puede leer cualquiera interesado en la materia, sin embargo hace alusiones, que para entenderlas es aconsejable tener un buen nivel intelectual, o acompañarnos de san Google durante la lectura. 

SINOPSIS (Contraportada)

2 de octubre de 2016: el autor de este libro cumple ochenta años y explica en él cómo se las ha apañado, genética aparte, para alcanzar tan provecta edad con ímpetu casi idéntico al que tenia en su juventud. Dragó es persona discutida por sus ideas, sus actitudes y su empeño en salirse del redil, pero nadie discute la asombrosa vitalidad que lo caracteriza. Sigue hoy, con la misma energía de siempre, en la brecha por la que ha transitado desde que se guarda memoria de él: libros (la literatura es lo único que de verdad le importa), periodismo de trinchera y de columna, programas culturales en televisión, cursos, conferencias, viajes, lecturas, amistades, enemistades, amores, amoríos, escándalos sin voluntad de malicia e, incluso, un hijo menor concebido a una edad en la que los varones suelen ser abuelos o incluso bisabuelos. "La vida no vivida", decía Jung, "es una enfermedad de la que se puede morir". Y Carlos Fuentes: "Señor, ayúdame a ganar la juventud con la edad en vez de perderla con el tiempo". Sangri-La es un lugar ficticio descrito en la nivela de James Hilton Horizontes perdidos. Por extensión, el nombre se aplica a cualquier paraíso terrenal, pero sobre todo a una utopía mítica del Himalaya: una tierra de felicidad permanente, aislada del mundo. En la novela, las personas que viven en Shangri-La son casi inmortales. De ahí que exploradores y aventureros intenten hallar ese paraíso. Búsquenlo los lectores en esta obra sui géneris, que es, como todas las de su autor, novelesca, filosófica, autobiográfica, transgresora y, en esta ocasión sanadora. Nadie la etiqueta como autoayuda, género que Dragó aborrece. No lo es, aunque en ella revele todos los secretos de su tantas veces anunciado y largamente esperado elixir de juventud.