DIOSES, TUMBAS Y SABIOS

Buenos días, buenas tardes, buenas noches amantes de los libros.

Hoy recordaremos un clásico de la divulgación histórica, Göter, Gräber und Gelehrte. Roman der Archäologie, Dioses, tumbas y sabios. La novela de la arqueología, muy recomendable a pesar de su venerable edad.

Título: Dioses, Tumbas y sabios.

Autor: C.W. Ceram

Páginas: 432.

Editorial: Destino.

Esta obra fue publicada bajo seudónimo en 1949, por un periodista alemán, K.W. Marek, redactor de Die Welt, y traducido al español por Miguel Tamayo en 1953. Tuvo un gran éxito entre el público culto de la Europa de postguerra, con traducciones a veintiocho idiomas y millones de ejemplares vendidos. Pues hay buenos motivos para ello. Se trata de una buena narración histórica a la antigua usanza, por lo tanto, setenta años después continúa siendo una lectura tan fresca y estimulante como el primer día.

Dioses, tumbas y sabios nos hace sentir en la piel de los pioneros de la arqueología, titanes como Champollion, Schliemann, Layard o Thompson, cuyos asombrosos descubrimientos nos permitieron conocer los secretos de las antiguas civilizaciones del Viejo y el Nuevo Mundo. El desciframiento de la escritura jeroglífica, la obsesiva búsqueda de Troya, el espectacular hallazgo de la tumba de Tutankhamón, o la excavación de las ruinas de la mítica Nínive fueron aventuras dignas de película. En este caso, Ceram las narra con maestría, como si fueran episodios protagonizados por Indiana Jones, con rigor, pero sin entrar en detalles tediosos. Los propios protagonistas fueron personajes de gran atractivo, sin nada que envidiar al aventurero del látigo y el sombrero.

El libro está dividido en cinco partes, cada una de las cuales abre las puertas de una antigua civilización: Italia y Grecia (El libro de las estatuas), Egipto (El libro de las pirámides), Mesopotamia (El libro de las torres), Yucatán (El libro de las escaleras) y una última parte de otros libros por escribir como los que se podrían dedicar a los hititas y a los incas. Al tratarse de libros independientes, se puede empezar leyendo aquel que resulte más interesante, aunque el propio autor ha recomendado hacerlo por Egipto, siendo una de las civilizaciones antiguas que todos visualizamos con más facilidad.

Una de las pocas pegas que puede ponerse a la obra de Ceram es que acusa el paso del tiempo, y algunas interpretaciones históricas ya han sido superadas por el avance del conocimiento histórico.

NIVEL LECTOR

Tenemos ante nosotros una obra indispensable para todos los que sientan curiosidad para descubrir unos magníficos relatos y unas civilizaciones fascinantes, desde adolescentes a adultos. Aunque es natural que resulte más atractiva a los interesados por la Historia, sin embargo las historias que narra se leen con sorprendente soltura, hasta con vicio. Por algo es "la novela de la arqueología".

No tiene un lenguaje complejo, ni frases rebuscadas ni florituras, y la traducción es realmente buena. Tiene su suspense, y permite acercarse a culturas mal conocidas por el gran público, y descubrir cómo llegamos a conocerlas milenios después de que fueran enterradas y olvidadas.

CONTRAPORTADA

C.W. Ceram es el seudónimo de un conocido periodista y crítico literario nacido en Berlín en 1915. Durante la Segunda Guerra Mundial fue hecho prisionero en Italia, donde tuvo ocasión de emplear su tiempo leyendo obras de arqueología. Entonces se le ocurrió que era necesario presentar estos libros a quienes no tienen tiempo para conocerlos uno a uno. Así nació Dioses, tumbas y sabios, relato de las más intrépidas investigaciones de los hombres empeñados en la búsqueda de las maravillas y tesoros del mundo antiguo. La amenidad y la fuerza expresiva con que se ha escrito este libro, que ha causado sensación en todo el mundo, ha motivado que se le denomine "la novela de la arqueología". En efecto, la aventura de los hombres que descubrieron Troya, la tumba de Tutankhamón, los tesoros aztecas, Pompeya, Ninive, Babilonia, el Valle de los Reyes, etc., que desafiaron los rigores del desierto y cruzaron las selvas vírgenes, cada tema y cada página están tratados con tal atractivo y sensibilidad, con tan vivo respeto por los hechos ciertos mucho más dramáticos que las más sensacionales invenciones, que la estremecedora narración es ofrecida al lector con toda su lozanía y vigor. Hasta hoy esta sugestiva novela había sido encerrada en tratados técnicos y científicos. Los mismos hechos ciertos poseen en Dioses, Tumbas y Sabios, la magia, el esplendor y la emoción propia del descubrimiento de los más dramáticos secretos con que se inicia la civilización humana.